Para compensar esos dos primeros posts tan tecnológicos dedicados a las máquinas de corte, quiero mostraros un trabajo que ya tiene sus años para demostrar que a veces no hace falta ni tecnología ni papeles caros ni grandes habilidades para hacer algo perfectamente digno. A menudo las cosas más sencillas son tanto o más útiles que las más elaboradas ya que están al alcance de cualquiera. Es como el mundo de la cocina: Ferrán Adrià puede ser el mejor cocinero del mundo, pero, seguramente, Karlos Arguiñano ha hecho mucho más por las cocinas de España con su platos sencillos de comida casera.
En este caso os presento una felicitación de cumpleaños que hice para una amiga que es maestra y que no tiene ninguna complicación pero queda la mar de bien. Seguramente hoy en día la haría mucho más limpia y mejor acabada pero en su día la homenajeada estuvo encantada con ella.
Material
Cartulinas de diferentes colores: beige, verde oscuro, negro
Carton corrugado verde, blanco y marrón
Pintura blanca (témpera o acrílico)
Pincel
Tijeras o cutter
Elaboración
Creo que no hace falta que os diga cómo recortar un rectángulo y unas tiras de cartón. Así que vamos a obviar los pasos porque son más que evidentes.
Si no tenéis cartón corrugado lo podéis substituir perfectamente por papel o cartulina pero si podéis conseguir el cartón creo que especialmente en el caso de las tizas y del agarre del borrador le da mucha gracia ese efecto de volumen.
Para conseguir el efecto de tiza de la pizarra es muy sencillo. Yo utilicé pintura tipo témpera o acrílico y un pincel seco. Es decir, que no mojéis el pincel en agua antes de cargarlo de pintura, simplemente con el pincel normal y corriente, lo mojas en un poco de pintura y escribes. Lo mejor es hacer alguna prueba primero para medir la cantidad de pintura más adecuada, pero no tiene complicación ninguna y queda la mar de bien. Luego sólo hay que practicar tu letra de niño y listo.
¡Espero que os sirva para felicitar a alguna amiga maestra o a algún amigo maestro!
0 comentarios