Hablemos de pegamento

Abr 27, 2015

Tod@s sabemos que hay un montón de tipos de pegamentos y, según los «expertos» cada uno sirve para una cosa, aunque yo soy de la opinión que casi todos sirven para casi todo, Unos funcionarán mejor y otros peor, pero pegar, pegan igual.

El primer pegamento que todos tenemos es, sin duda el pegamento de barra del colegio. El que en mi colegio se llamaba «el Pritt», aunque Pritt haga muchos más tipos de pegamento, y, a día de hoy la mayoría tengamos la versión del chino en vez de la de marca.

El pegamento en barra de toda la vida sigue sirviendo perfectamente para pegar papel pero, sí es verdad que a mi me había pasado alguna vez que mandé una postal y al llegar me dijeron que se había despegado. Lo cuál resulta bastante embarazoso.

Entonces te compras también pegamento líquido. Que pega mejor pero como no tengas cuidado arruga el papel que da gusto. Así que yo diría que siempre tiene que estar por casa, porque a veces es lo único que va a funcionar, pero lo mejor es usarlo en piezas pequeñas o en cosas que no se arruguen: cartón, brads, perlitas… A parte de que como se te vaya la mano, te deja esa pátina brillante por donde se te haya escapado. ¡¡Pero eso no siempre es malo!! Eso lo convierte en el aliado perfecto para el decoupage. Yo al final me acabé comprando una botella de un kilo de cola blanca de carpintero y ni me planteo el mundo Mod Podge. Oye, que debe ser fantástico pero ¿Qué hace el Mod Podge que no haga la cola de toda la vida? Me lo podéis explicar en los comentarios. ¿¿Si Art Attack ha conseguido hacer miles de programas usando solo cola y agua, su famosa «mezcla Art Attack», por qué me tengo que gastar 7€ en Mod Podge?? ¡¡Viva la cola de carpintero!!

Bueno, y tras este alegato en favor de los pegamentos de toda la vida, ahora vienen las moderneces.

Para mi el gran invento relacionado con el scrap es la cinta de doble cara «con aplicador», es decir, el típico rollo que todo el mundo se cree que es corrector (Tippex) pero que tú les dices «no, que es pegamento». Fácil de usar, limpio, práctico y con un acabado perfecto. En mi opinión es el substituto perfecto del pegamento de barra de toda la vida. Y un verdadero cambio en tu vida si lo tuyo es cortar y pegar como loca.

Al principio usaba el de Artemio y uno que pone para Goma Eva, porque son los más baratos que había encontrado, a 2,24€ el rollo de 8m de Artemio, y algo parecido vale el otro. Pero hace algún tiempo descubrí las tiendas de Bureau Vallée y allí tienen uno que creo que es japonés y vale 2.60€ el que viene con aplicador y luego, 1.54€ cada recambio.

Estoy encantada con él, va genial pero tiene tanto ventajas como inconvenientes. La ventaja, además del precio, es que no es una tira entera sino que es «tipo diamante»,  Eso significa que en lugar de dejar una tira entera, va dejando como pequeños diamantes de cola, y de esa manera nunca se te queda enganchado o te crea un «burruño» de cinta. No creo que sea yo la única a quien le ha pasado que estás aplicando tu cinta tranquilamente, y de repente ves que no la has pegado perfectamente y se te ha hecho una bola. Esa es la ventaja, el inconveniente es que diría que es más reposicionable que permanente, porque no pega muy fuerte, pero para cosas normales vas que te matas.

Y ¿por qué me ha dado hoy por hablar del pegamento? Pues por esto.

Hoy salía en el Lidl una buena gama de productos Pritt (jolín, ya me podrían pagar con la publicidad que les estoy haciendo hoy). Hace años que me compré uno y la verdad es que va tan bien como cualquier otro, pero desde entonces no había vuelto a salir en el Lidl y hoy, a 1.29€ cada uno, lo siento pero he sido yo la que ha hecho eso que odio tanto: he ido a primera hora y me he comprado casi todos los que había. ¡Lo siento! Odio cuando la gente hace eso, sobre todo con las troqueladoras, que está claro que es para revenderlas sueltas.

En este caso, lo mío era para consumo propio, o eso es lo que le he dicho con cara de yonki a la cajera cuando me ha preguntado «qué, ¿es para un colegio?».

El caso es que, además de barato, es de 8,5m, o sea, medio metro más que la mayoría, y éste sí que es permanente, así que ahora tengo uno permanente y uno reposicionable.

Y por último, dos formatos completamente prescindibles, pero prácticos.

El de la izquierda es el bolígrafo de pegamento de Martha Stewart. La gracia es que como el aplicador es tan fino, es muy práctico para superficies pequeñas o complicadas. Lo malo es que como también es líquido, te puedes pasar de la raya como con el de toda la vida.

El otro es el popular Glossy Accents, que va genial para darle un toque de brillo a tus creaciones, pero si lo quieres usar como pegamento, es ideal para pegar cosas pequeñas. Es como el pegamento líquido de toda la vida pero mucho más denso y eso te permite empapar mucho menos. El aplicador también es muy fino y te da bastante precisión.

Los dos van genial para cosas pequeñas, pero tampoco te van a cambiar la vida.

¿Y vosotr@? ¿Tenéis algún pegamento preferido?

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