Las explosion box, o «cajas explosivas» son una opción fantástica para entregar un regalo que, a priori, sea poc «lucido». En este caso, el regalo eran unas entradas de teatro y como me gusta complicarme la vida, pensé que hacer una caja sería una manera bonita de presentarlas. Al final, la verdad es que fue un éxito y aunque podría sacarle mil pegas (como siempre), estoy bastante contenta con el resultado.
El exterior de la caja quedó muy sencillo y sobrio por falta de tiempo y porque al final cuando me pongo a añadir cosas sin ton ni son, no me gusta.
Si no me equivoco todos los papeles son del Stack 8 de 180 hojas de DCWV. Es un stack que aparentemente parece feo y os aseguro que es de lo más práctico, tiene un montón de papeles geométricos y con estampados muy neutros que sirven para todo. Además de que el mismo estampado lo tienes en diferentes colores y va genial. Os lo recomiendo un montón.
En el interior, la intención era crear unos bolsillitos para introducir las entradas del teatro y, de paso, le hice unas «Tarjetas regalo» donde informaba de cómo y cuándo canjearlas en buena compañía ;)
Este fue uno de esos proyectos para el que tienes mil ideas geniales y cuando te pones, las ideas ya no son tan geniales, luego ves que quedan mal… Y al final las desechas casi todas y vuelves a tu estilo de siempre para que funcione. La gama de colores estaba clara: morado, rosa y verde, y con ayuda de la Cameo, decoración hecha.
Además, aproveché parte de los cuadrados del mini álbum en que se convierte la caja para incluir algunos mensajes para la homenajeada. Al final quedó muy mona.
Si no habéis hecho ninguna caja explosiva, es realmente sencillo y como hay un montón de tutoriales, no os aburriré con uno más, pero os animo a que lo probéis, dan muy buen resultado.
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