Cuando nos mudamos a este piso, decidí que no volvería a poner todos los imanes que tenía en la nevera y ahí ha estado la pobre blanca y radiante hasta ayer.

El jueves pasado fuimos al Lidl y no me pude resistir a comprar los vinilos adhesivos de pizarra que había. No tenía mucha idea de dónde los iba a poner, pero algo haría con ellos. Y la inspiración no tardó en llegar porque cada vez que voy a la nevera o a la despensa me viene a la cabeza algo que hay que comprar y como no voy por casa con el móvil encima, pues para cuando llego a apuntarlo en la lista de la compra, ya se me ha olvidado. Ahora eso ya no pasará más :D

La puerta de la nevera, desaprovechada hasta ahora, se ha convertido en mi nueva pizarra para apuntar la lista de la compra.

No os pongo muchas fotos porque es una tortura sacar a la nevera que lo refleja todo y, además, está en frente de una ventana así que cuando intento sacarlas de frente es un reflejo toda ella.

La mayoría de dibujos los saqué de este archivo de Freepik. Es una web fantástica para encontrar archivos vectoriales y ahí podéis encontrar un montón de dibujos para crear vuestro bodegón o lo que más gracia os haga. Al César lo que es del César, no os vayáis a creer que yo dibujo así de bien. ¡Ya me gustaría!

Cortarlo fue más sencillo de lo que creía, una vez superados los escollos iniciales (errores míos principalmente). Lo que sí que he detectado es que a la hora de cortar vinilo, me funciona mucho mejor la cuchilla vieja que una nueva que puse el otro día. Parece que la cuchilla nueva, aunque está al 1, corta demasiado y a veces casi atraviesa el papel blanco. Si también habéis notado problemas con las cuchillas nuevas, por favor, decídmelo abajo en los comentarios, a ver si es que soy yo.

Espero que os guste y si también tenéis una nevera sosa… ¡Animaos! Que esto del vinilo en cuanto te pones, cuesta parar, y eso que a mi eso de decorar las cosas no me va mucho.