El tercer y último regalo del Reto Ratonero es el que eligió la segunda clasificada, Vicky Jalcor, un cuaderno personalizado. Reconozco que en los premios del reto dije que sería un cuaderno A6, porque pensaba hacerlo cosido, pero al tocarle a Vicky, que le encanta el mixed media, me apetecía hacerle algo más kraft y más práctico. Así que, teniendo en cuenta que cometió la imprudencia de darme libertad absoluta, esto es lo que salió.

Elegí la encuadernación en espiral en lugar de cosida, porque quería que fuese algo más práctico. No es que el papel de para muchas virguerías pero me gustaba que fuera un bloc para ideas o para bocetos.

Y para hacerlo un poco más «interesante» le corté unos separadores en kraft con la Cameo, que la verdad es que me encantan y como dijo mi marido: «por fin la Cameo sirve para algo más que dibujar gatitos». Jajajajajajaja.  Al haber hecho 5 separadores al final acabó siendo un bloc de ¡120 hojas! Porque claro, qué menos que meter 20 hojas en cada sección. Así que lo que iba a ser un cuadernito ha acabado siendo un tocho de bloc. Pero la verdad es que prefiero salirme de mis propias normas y hacer algo con lo que esté a gusto, que ceñirme a lo dicho y bloquearme.

La decoración ha ido toda a cargo de estos sellitos monísimos con dibujos de gatetes y perretes. Como sé que a Vicky le encantan los animales, pues me venían de miedo. Con ellos decoré la portada y la contraportada para que pareciera un papel estampado (nunca mejor dicho). Quería que fuera algo discreto así que usé la tinta «Potters Clay» de Memento, que tiene un tono parecido al papel pero aún destaca. Incluí también un sellito en cada separador, esta vez con tinta «Rich Cocoa» para que se viera algo distinto sin ser muy llamativo. Todo muy sencillo y muy limpio porque no se me da nada bien recargar y prefiero hacer poco y bonito que pasarme y liarla.

Por último, ya que no quise poner título en los separadores para que ella pueda usar cada sección para lo que quiera, sólo puse un título en la portada. Algo muy básico y sencillo combinando dos colores distintos de cartulina kraft. La verdad es que no quería que abultara mucho la decoración, precisamente para que pueda usar el cuaderno completamente abierto y poner la portada hacia atrás.

Y hasta aquí la explicación el regalo. Un cuaderno muy, muy sencillo pero también práctico y bonito. Esta es de esas veces en que creo que menos es más y que más vale hacer las cosas como te apetece hacerlas que encabezonarte en hacerlo como tenías pensado porque cuando trabajas a gusto es cuando mejor sale todo. Sólo diré que mi marido ya me ha pedido otro igual (sin animalitos) y me parece que yo también me voy a hacer uno para mí.

¡Espero que os guste! A Vicky parece que le ha gustado ;)

Y por si no habéis visto el resto de regalos, os recuerdo que los podéis ver aquí:
Primer regalo – Sellos autoentintables para tela
Segundo regalo – Sello personalizado