Tener un plotter de corte es un hobby relativamente caro. Son máquinas que valen un dinero, pero también nos ahorran otros gastos y, sobre todo, mucho tiempo. A continuación te voy a dar 5 razones por las que creo que la Cricut Joy puede ser un complemento ideal para tu plotter actual, porque el hecho de que ya tengas uno, no quita que te viniera bien un segundo.

¡Lo sé! ¡Lo sé! Te está pareciendo descabellado, pero no lo es. Vamos a ver por qué.

Por cierto, si aún no tienes un plotter de corte y quieres saber por qué deberías comprarte una Joy, también tenemos un post para ti:

1. Porque necesitas una de viaje

Vamos a partir de la idea de que tú ya tienes tu Cameo, tu Explore Air o tu Maker, cualquiera, y la usas a menudo. Ahora dime ¿te ha pedido alguien que se la lleves para enseñarle cómo funciona? ¿Has ido a un taller o una feria y has dicho «ay, si tuviera aquí mi maquinita»? ¿Te la has llevado a algun sitio y te has ***ado en todo? Pues entonces es que necesitas una máquina de viaje. Y esa es la intención de la Cricut Joy, que sea tu segunda máquina, la que te llevas al salón para cortar cuatro tonterías mientras ves la tele, la que te llevas a una feria para poner el nombre a la camiseta en un momento, la que le prestas a tu amiga para que vea cómo funciona, la que te llevas al taller de scrap para hacer esas decoraciones que te faltan, la que te llevas a donde tienes que poner ese mural de vinilo, por si hay que recortar algun cachito… Porque, no te engañes, el hecho de que sea pequeña, no significa que no sirva para nada. ¡Se pueden hacer un montón de cosas!

Además, es que ni siquiera necesitas llevarte el portátil, puedes cortar perfectamente desde el móvil o la tablet.

2. Porque trabajas mientras los demás duermen

Todos sabemos el ruido que hace un plotter de corte, y ya si es la Cameo 4, ni te cuento. Son máquinas bastante escandalosas pero la Joy, así, pequeñita, hace la mitad de ruido. No te voy a decir que lleve silenciador, pero sí es verdad que no monta el escándalo que montan sus hermanas mayores. Por eso, si escrapeas por la noche o aprovechas la siesta de los niños para hacer tus proyectos, con la Joy te va a preocupar mucho menos despertarles. Luego ya, cuando tengas un rato en que no molestes a nadie, usas el grande para los proyectos que no puedas hacer con la pequeña, pero mientras tanto te puedes sacar cualquier apaño para seguir trabajando.

3. Porque eres un desastre y no tienes sitio para nada

Sí, reconozcámoslo, mientras estamos haciendo un proyecto, nuestras mesas parecen un campo de batalla y cualquiera se pone a despejarla para poner a trabajar la Cameo o la Maker. Y menos si es para cortar ese título que te falta o ese cacho que se te ha perdido en la batalla. Con la Joy solo tienes que despejar un palmo de mesa y listo, lo cortas en un periquete. ¡Y lo del palmo es literal! Es que no ocupa más.

Y, no nos engañemos, el 90% de tus proyectos caben perfectamente en el ancho de corte de la Joy. De hecho, no lo digo yo, Cricut se preocupó de hacer un estudio de todos los proyectos que hacen sus usuarios para ver cuántos podrían hacerse con la Joy.

4. Porque tienes curiosidad por las Cricut

Sois muchas las que tenéis una Silhouette y os pica la curiosidad de las Cricut. No sabéis si es verdad que cortan mejor, si os entenderíais bien con el programa, si vale la pena hacer el cambio… Pues la Joy es la opción perfecta para tener una Cricut y ver si realmente son para ti.

Es verdad que el cambio de un sistema al otro cuesta, porque estás acostumbrada a unas cosas y, de repente, son distintas, pero teniendo los dos es la mejor manera de valorar si el día que quieras jubilar tu Silhouette te vas a comprar una de la misma marca porque es la que te convence más, o si prefieres comprarte una Cricut. En cualquier caso, ya lo habrás probado y podrás valorar desde la práctica. La Joy es la más sencilla de las Cricut y aunque sigas prefiriendo Silhouette, puedes seguir usándola sin problema.

5. Porque te da pereza usar el que tienes

Hay mucha gente que me dice que le da pereza usar su Cameo o su Maker y realmente lo entiendo, sobre todo cuando no tienes un espacio dedicado para ello. La Joy da mucha menos pereza por todo lo que te he contado antes: no tienes que hacer sitio, no tienes ni que encender el ordenador y no hace un ruido horroroso.

Y ya de paso te cuento una anécdota personal. Yo estoy encantada de hacer videos con la Joy, porque por fin me cabe fácil en el plano y no tengo que mandar las cosas a vivir al extranjero para que no aparezcan por las esquinas de la imagen. 😂 No te creas que mi scraproom es grande, ni bonita, ni ordenada, simplemente tengo un cacho para videos. la Cameo y la Maker me caben justo, porque la prensa térmica me ocupa mogollón y luego están el resto de trastos… pues eso, que con la Joy no me da tanta pereza y además es monísima, no lo neguemos.

Si necesitas más información, te recuerdo este video.

¿Ya te he convencido? Pues te dejo el enlace para que la compres: https://crafcraf.es/producto/cricutjoy

Hasta aquí mis cinco razones, y si tienes alguna razón para comprarla o para no comprarla, nos encantará leerla en los comentarios.

¡Hasta otra, ratoncillo!