Cada vez que alguien pregunta por un curso, de lo que sea, la mayoría le recomiendan que busque tutoriales en YouTube, que es gratis. Efectivamente, YouTube es una fuente inagotable de información, tanto buena como mala, y si sabes gestionar esos recursos puedes aprender muchísimo sin gastar ni un céntimo. Sin embargo, los cursos siguen siendo muy útiles y te voy a dar cinco razones:
1.Porque no sabes ni por dónde empezar
Sí, está claro que puedes buscar tutoriales en YouTube pero para buscarlos, antes tienes que saber qué buscar. A ver si me sé explicar. Cuando tú te inicias en un tema en el que no tienes ni idea (el que sea), el primer problema que vas a tener es que tampoco sabes lo que necesitas saber. Tú sabes a dónde quieres llegar, lo que quieres acabar haciendo, pero no sabes los pasos que tienes que seguir. Y si no sabes el primer paso, y el segundo, y el tercero, al final te puedes perder.
Al tomar un curso, la persona que lo ha hecho ya se ha encargado de pensar cuales son las cosas básicas que necesitas para cumplir tu objetivo. Además, las ha estructurado paso a paso para que no te pierdas y, te lo aseguro, estructurar el contenido es la parte más difícil de crear un curso.
2. Porque te vas a abrumar con tanta información.
El segundo problema que tiene YouTube es que hay demasiada información. Filtrarla no siempre es fácil y puede que al final te colapses ante tantos tutoriales. ¿Cuáles serán los buenos? ¿Cuál es el que necesito para esto? Y empezarás a ver tutoriales que tal vez sean demasiado avanzados para ti o verás una persona que lo hace de una manera, otra que lo hace diferente… Y al final no sabrás si se hace de una manera, de la otra o de las dos.
Te pongo un ejemplo clásico del sector de las máquinas de corte. Alguien quiere hacer una camiseta, busca en YouTube cómo hacerlas y encuentra un tutorial de transfer, otro de vinilo textil imprimible, otro de vinilo textil de corte, otro de vinilo por capas, uno con instrucciones de planchado, otro con prensa térmica, otro con Easypress… Y, al final, se ha hecho un lío. Hay muchas maneras de llegar al mismo resultado y si no entiendes lo que estás haciendo, no vas a saber cuál es el mejor camino en tu caso.
Un curso siempre será coherente, o debería serlo, porque la misma persona te llevará a través de todo el proceso. Un paso a paso bien estructurado es la mejor manera de avanzar. Lento, pero seguro.
3. Porque si pagas por él, te lo tomarás más en serio
Esto parece una tontería, pero te voy a contar mi experiencia. Hay un montón de plataformas online que proporcionan cursos tanto gratis como de pago. Me he apuntado a multitud de cursos gratuitos. ¡Es gratis, pues me apunto! ¿Qué ha pasado? Pues que no he hecho ni la mitad, igual ni un 20% de todos esos cursos que de entrada me parecían «interesantes». Sin embargo, desde hace unos meses me he hecho adicta a los cursos de Domestika, que están genial de precio porque siempre están rebajados, pero al fin y al cabo, hay que pagarlos. Pues los pago encantada porque he aprovechado todos y cada uno de ellos. En primer lugar, porque me lo voy a pensar dos o tres veces antes de comprarlo y cuando lo compre estaré segura de que quiero hacerlo. Y, segundo, porque una vez he pagado por él, tendré que aprovecharlo. No lo voy a dejar ahí tirado.
4. Porque apoyas a gente que trabaja para que tú aprendas
A todos nos gusta mucho lo que es gratis, está claro, pero normalmente nos gusta más que nos den cosas gratis, que no darlas nosotros. Pues sí, eso nos gusta a todos y tienes que tener en cuenta que la mayoría de gente que vende cursos, antes ha dedicado horas y horas de su precioso tiempo a hacerte tutoriales gratis y a responder dudas. Por eso, cuando ponen un curso a la venta, si crees que te interesa, es una buena manera de devolverles el favor. A parte de que, preparar un curso completo implica mucho tiempo y paciencia. Si el curso de la Maker dura 6 horas, ¡imagínate las que dediqué yo a montarlo! Por eso, pagar por él es una señal de respeto por el trabajo de esa persona.
5. Porque recibes atención personalizada
De la misma manera que cuando tú pagas por un curso, muestras respeto por la persona que lo ha hecho, esa persona también te respeta más a ti, que has invertido un dinero. Piensa que las que hacemos tutoriales, ya sea en YouTube, en un blog… donde sea, recibimos un montón de consultas cada día y no podemos contestar a todas. A veces porque no tienes tiempo, a veces porque no entiendes lo que te están preguntando, a veces porque quien te pregunta se nota que ni siquiera ha visto el tutorial… Hay mil razones. Pero básicamente es que tampoco podemos dedicar mucho tiempo a contestar porque, aunque no te lo creas, tenemos trabajo y una vida. Pero si tú has pagado por un curso y como alumna tienes una duda, te aseguro que pasas a encabezar la lista de personas a quien SÍ que vamos a responder. Evidentemente, si alguien que ha pagado por aprender y tiene una duda, eso está en la cima de la lista de prioridades. Sin embargo, no te tomes esto como que «ancha es Castilla», intenta limitar tus consultas a los temas del curso.
Y todo esto no es solo para promocionar mis cursos, que también 😅, sino para valorar tanto el trabajo de toda la gente que invierte su tiempo en crear un curso de calidad y bien estructurado.
Lo dicho, los tutoriales gratis de YouTube están genial y, de hecho, puedes encontrar un montón en nuestro canal de YouTube. Nunca dejes de ver videos para aprender pero, si realmente necesitas aprender algo paso a paso y con seguridad, los cursos son el mejor camino. Si quieres comprobarlo, esta semana hemos lanzado el curso gratuito de Cricut Joy para que puedas probarlo.
Y eso es todo por hoy. Espero que hayas entendido el esfuerzo y el trabajo que hay detrás de los cursos y por qué vale la pena apuntarse a uno. Como siempre, puedes dejarnos tu opinión en los comentarios.
¡Saludos ratoneros!
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